Rafael Cerro ha cortado la única oreja de la primera novillada de abono celebrada en la Maestranza. El joven diestro de Cáceres, que se presentó con caballos, ha vuelto a confirmar el buen toreo que ya mostró en las nocturnas del pasado julio en esta plaza. Juan del Álamo y López Simón toparon con la falta de casta y fuerza de los novillos de Espartaco.
|
Rafael Cerro ha vuelto a mostrar un toreo de hondo y largo trazo desplegado con la intensidad del natural hilado y rematado con el detalle de pase por alto y el sensacional de pecho. Un toreo que, aunque discontinuo a veces, no dejó de ser elegante, emotivo y auténtico
|
Manuel Viera.-
Volvió a la Maestranza con buena actitud y si perder un ápice de la calidad de su toreo ya mostrada en las novilladas nocturnas del pasado mes julio. Rafael Cerro ha vuelto a mostrar un toreo de hondo y largo trazo desplegado con la intensidad del natural hilado y rematado con el detalle de pase por alto y el sensacional de pecho. Un toreo que, aunque discontinuo a veces, no dejó de ser elegante, emotivo y auténtico.
Cerro encontró su máxima manifestación con la izquierda, con la que confirmó unas formas que, hoy por hoy, se distinguen de las demás. No obstante, la faena al tercero, el noble y buen novillo de Espartaco, pareció camuflada por un continuo cambio de manos que no venía a cuento. Ora por la derecha, ora por la izquierda, sin que se decidiera a exprimir por uno u otro pitón la calidad de las embestidas para hacer interesante una lidia que, aunque de ninguna de las formas fue conformista, sí discontinua. Y fue con el natural con el que reconstruyó una faena que se quedaba a medias. Después epilogó el trasteo con ese otro toreo diestro de mano baja, muy templado y fenomenalmente ligado y rematado. Pese al pinchar antes de la estocada paseó una oreja de un novillo que pedía le cortasen las dos.
Al sexto poco le pudo hacer. Lo mejor, una media verónica con la que remató unos lances con ritmo y cadencia. Después, el utrero se paró y le fue imposible sacarle más de dos pases seguidos. Se eternizó con el descabello hasta tal punto de escuchar dos recados desde el palco.
Juan del Álamo se encontró con un primer novillo manso, parado y a la defensiva. Le puso voluntad de agradar sin que al final alcanzase su objetivo. Al cuarto se le atisbó calidad, pero quedó anuladaa tras un descomunal costalazo a la salida del caballo |
Los bien presentados novillos de Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’ llegaron al último tercio desfondados y a la defensiva. La falta de casta se dejó notar, y sólo el tercero destacó sobre los demás por la clase de sus embestidas. Ante estas dificultades topó el debutante Juan del Álamo, que se encontró con un primer novillo manso, parado y a la defensiva. Le puso toda la voluntad del mundo al intento de agradar sin que al final alcanzase su objetivo. Dibujó el pase diestro mostrando sus buenas maneras y poco más. Con la espada, mal. Al cuarto se le atisbó calidad en las primeras embestidas, pero estas quedaron anuladas tras un descomunal costalazo a la salida del caballo. Después le fue casi imposible mantenerse sobre sus cuatros patas. El salmantino no consiguió otra cosa que mostrar ganas y altas dosis de voluntad. Tras matar le obligaron a saludar. |
López Simón ha dejado a la mitad aquel exagerado ceremonial que mostró en su anterior comparecencia en esta plaza. Sigue con su peculiar y despaciosa puesta en escena, pero menos. Al flojo y descastado segundo le prologó a pies juntos para continuar genuflexo con unos mandones pase por bajo. Después no hubo más. El madrileño no encontró su sitio con un novillo que se defendía de todo lo que encontraba delante. Pinchó antes de la estocada. Al quinto, noble aunque rajado a mitad de faena, sólo pudo sacarle algunos muletazos diestros trazados con más calma que naturalidad. Y aunque inició faena con las dos rodillas en tierra y citando desde la misma boca de riego, el trasteo se fue diluyendo sin conseguir agradar a los tendidos. Y así, manteniendo el equilibrio entre su ceremoniosa forma de hacer el toreo y el buen asiento de sus zapatillas, logró apañar una actuación que al final quedó en nada.
AL NATURAL |
Crisis
Francisco Mateos.-
La Fiesta de los toros en Sevilla atraviesa un delicado momento, donde la plaza más representativa, la Maestranza, no dispone de la estabilidad necesaria -en cualquier aspecto- para poder enderezar el rumbo. Es un hecho incuestionable la falta de imaginación de la empresa de Sevilla para sacar a la plaza de Sevilla y su programación del ‘sota, caballo y rey’, del modelo encorsetado y programación repetida hasta a saciedad que el aficionado se conoce ya de memoria años tras año. Es una realidad que la inestabilidad de la política taurina de la Junta de Andalucía, con las cacicadas y abusos de la más nefasta delegada de la Junta de Andalucía que ha pasado por este cargo en los últmos años -Carmen Tovar- está enturbiando el ambiente y tensionándolo. Es una realidad que existe un descontrol en el palco de presidentes y en los corrales con los veterinarios. Es un hecho innegable que el fuerte descenso de abonados y aficionados ha hecho que la plaza apenas alcance llenos en Feria y poco más de media plaza en novilladas de abono como la de hoy. |
|
|
La profunda crisis taurina que vive Sevilla tiene varios culpables; quizás todos lo seamos un poquito… o un ‘muchito’. Es necesario un gran pacto por el toreo sevillano, es necesaria la aparición de una voz que lidere la unidad y encauce un necesario y urgente diálogo para evitar que la catástrofe sea irreversible. Quien piense que con la recuperación de la crisis económica -cuando se produzca- se volverá a recuperar la asistencia de espectadores con el mismo ritmo, está muy equivocado. Aquí hay abonados y aficionados que se han despedido para siempre de la Maestranza. Ose tomen medidas, o el invento se hunde. |
GALERÍA GRÁFICA (Matito) |
||
GALERÍA GRÁFICA (Paco Díaz/Toroimagen) |
||
EN BREVE |
|
|
|
||
|
|
|
|
LAS OTRAS IMÁGENES |
||
PUERTA DEL PRÍNCIPE |
||