Según ha confirmado a SEVILLA TAURINA el Gobierno Vasco en un certificado, el toro número 91 fue rechazado en Bilbao al tener el asta derecho «despitorrado»; un mes después se presenta en Sevilla y es aprobado, lidiándose en cuarto lugar. Es el tercer caso de un toro sobrante de otras plazas (Málaga y El Puerto) que se presenta en Sevilla para esta corrida.
Francisco Mateos.- Un toro de la ganadería de Zalduendo que fue rechazado por los veterinarios vascos en la plaza de toros de Bilbao el 27 de agosto debido a que presentaba el asta derecha «despitorrada», un mes mas tarde es presentado en los corrales de la plaza de Sevilla y los veterinarios sevillanos lo aprueban sin ningún tipo de porblemas, entrando en el orden de lidia. |
Según ha confirmado el Gobierno Vasco a SEVILLA TAURINA, a través de comunicado de la directora de Juegos y Espectáculos, Sonia Hernández, el informe del acta que recopiló la Ertzaintza (Policía vasca) tras el reconocimiento de las reses de Zalduendo el día 27 de agosto en la plaza de Bilbao indica que el toro marcado con el número 91, ‘Segureyo’ de nombre (en Sevilla se transcribió como ‘Leguleyo’), nacido en enero de 2006, fue «rechazada por presentar el asta derecha despitorrada».
Con este dato que aporta el Gobierno Vasco no se trata de una astilla o alguna lasca, de menor importancia, que se pudiera ‘limpiar’ con una manguera de agua o con paja sobre el cuerno; no, se habla de ‘despitorramiento’, que en su definición significa «que tiene rota una o las dos astas». Taurinamente, todo aficionado sabría distinguir entre los términos ‘astillados’ y ‘despitorrados’, siendo este último un toro que tiene su punta destrozada, abierta, con mulitud de astillas y trozos. De hecho, en Bilbao no se intentó limpiar por despitorrada y se rechazó por el nivel de destrozo que presentaba el pitón.
Ese toro por tanto volvió a la finca de Zalduendo, y se supone que los toros permanecen íntegros la fincas, sin que sean ‘arreglados’. Pues justo al mes, para el reconocimiento de la Maestranza en la corrida del 26 de septiembre, ese toro ‘despitorrado’ y rechazado en Bilbao llega a los corrales de la Maestranza y se aprueba por los veterinarios y el presidente. ¿Cómo es posible?
El actual Reglamento Taurino Andaluz permite, en caso de una astilla en un pitón de menor importancia en opinión de veterinarios o presidente, que se pueda ‘limpiar’ esa astilla en presencia de la autoridad. En este caso, la definición del problema del cuerno derecho del toro en opinión de los veterinaris vascos no era de menor importancia, sino de mayor importancia hasta provocar su rechazo: despitorramiento. Es necesario indicar que el toro tenía trapío para Bilbao, pero tenía su cuerno destrozado. Entonces, ¿quizás se ‘arregló’ el toro en los corrales de la plaza de Sevilla en presencia de la autoridad, como permite el Reglamento? ¿O simplemente los veterinarios lo aprobaron porque venía ‘aparentemente’ limpio del campo y durante ese mes que estuvo el toro con el pitón abierto y despitorrado en el campo ‘milagrosamente’ se unió, quedando sólido y en punta? El presidente y los veterinarios le deben una buena explicación a los aficionados sevillanos. De nuevo al igual que el toro de Sampedro que estaba de sobrero para El Puerto y que en Sevilla entró en lidia ese mismo día, lo que no sirve para otras plazas, para Sevilla sí sirve y entra en lidia.
Además, hay otro dato revelador. Según ha certificado el Gobierno Vasco a SEVILLA TAURINA, este toro pesó el 27 de agosto en Bilbao 563 kilos; un mes más tarde, el 26 de septiembre, pesaba en Sevilla 520 kilos (43 kilos menos). La pérdida de peso es más que comprensible y lógica debido al estrés que sufren los toros con los corraleos y los diveross transportes. Pero entonces, ¿cómo se explica que el toro de Sampedro que estuvo como sobrero en El Puerto y que pesaba 495 kilos, mes y medio después se aprueba para lidia en la Maestranza y pese 50 kilos más, alcanzando los 545 kilos?
Finalmente este toro ‘despitorrado’ de Zalduendo salió en Sevilla en cuarto lugar, para Morante de la Puebla, con una manifiesta invalidez y falta de fuerzas, llegando a dar una monumental costalada. Fue devuelto a los corrales por un sobrero. Tras la corrida, los veterinarios -como ha pasado en toda la temporada sevillana- no consideraron necesario remitir las astas de este toro que en Bilbao estaba «despitorrado» a analizar al laboratorio de referencia.
SEVILLA TAURINA ha presentado en la última semana y media tres líneas de investigación sobre los toros que llegaron a Sevilla en la decepcionante corrida del pasado 26 de septiembre:
- Un toro de Zalduendo rechazado en Málaga de forma unánime por los tres veterinarios por «escaso desarrollo de sus astas» se presenta en Sevilla a ver si ‘cuela’. Afortunadamente, los veterinarios sevillanos también lo rechazan por falta de trapío. (VER)
- Un toro de Hermanos Sampedro que estuvo de sobrero (ni siquiera lo dejaron para lidia en sorteo) en El Puerto se presenta en Sevilla y los veterinarios lo aprueban sin problemas y entra en sorteo para su lidia (tercero de la tarde). En El Puerto pesó 495 kilos; un mes y medio después en Sevilla, milagrosamente, pesó 545 kilos (50 kilos más). (VER)
- Un toro de Zalduendo rechazado en Bilbao por los veterinarios al presentar el asta derecha ‘despitorrada’ se presenta en Sevilla un mes después y pasa el reconocimiento sin problema y es aprobado para lidia. En Bilbao pesaba 563 kilos, y en Sevilla 520 (43 kilos menos, lo lógico, a diferencia de lo ocurrido con el sobrero de Sampedro de El Puerto).
Con todo ello, caben varias conclusiones y lecturas:
- Que una corrida anunciada de Zalduendo pagada por los abonados en marzo no estaba preparada para la anunciada fecha de San Miguel.
- Que a Sevilla llegaron toros rechazados o como sobreros de otras plazas, lo que da una idea de la pérdida de ‘categoría’ de la Maestranza.
- Que es muy razonado que desde hace algunas temporadas se dude del peso de los toros anunciados en las tablillas de Sevilla.
- Que un toro supuestamente se ha debido de ‘arreglar’ porque un mes antes estaba con un pitón abierto como una flor.
- Que la corrida de Zalduendo, con toros sobrantes de varias plazas, corraleados, remendada con toros de Sampedro y Gavira, fue lo que se conoce como una ‘limpieza de corrales’, nada acorde ni con los toreros anunciados, ni con la categoría de la plaza, ni con el respeto que se debe tener a los aficioandos sevillanos que llenaban la plaza a unos caros precios.
Mientras tanto, la empresa Pagés sólo ha explicado que «está triste y apenada» y la autoridad –Junta de Andalucía, en las prsonas de la delegada Carmen Tovar y el director general de Espectáculos, Manuel Brenes-, en vez de abrir una línea de investigación para depurar responsabilidades entre veterinarios y presidente de ese día, aperece como ausente y sin cumplir con su obligación de proteger los legítimos derechos de los aficionados que ese día llenaron la plaza a unos precios muy altos.
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