«…La pervivencia de un torero ejemplar que sufre el olvido con la carga crítica de una espada maldita y sin punta se hace necesaria. Y más allí, en su pueblo. Lo que me resulta imperdonable es que se utilice la demagogia y el populismo oportunista en una burda maniobra que no tiene otro interés que el político electoralista…»
Manuel Viera.-
Hay, ¿o quizás no?, una respuesta para los que desdicen, con incendiada verborrea, de la combinación de nombres en el cartel que ha de inaugurar la nueva plaza de toros de Utrera. Bastaría con recordar pasados, y también presentes, para darle la vuelta a las palabras y hacer comprensible lo incomprensible y viceversa. Pero este debate da un juego perfecto para los que quieren ir más allá del ‘quitar y poner’ con la engañosa superficialidad de la exigencia.
Con los matices que se quiera, soy de los que piensan que el único matador de toros local en activo debería estar incluido en el histórico cartel inaugural.
La pervivencia de un torero ejemplar que sufre el olvido con la carga crítica de una espada maldita y sin punta se hace necesaria. Y más allí, en su pueblo. Lo que me resulta imperdonable es que se utilice la demagogia y el populismo oportunista en una burda maniobra que no tiene otro interés que el político electoralista.
Y es que, qué quieren que les diga, yo prefiero que estos deseosos de disfrazar la apatía de una afición venida a menos con arribista reivindicación, se dediquen mejor a fletar veinte autobuses, lo llenen de gente y pongan a reventar la Maestranza la noche del próximo 14 de agosto. Allí de nuevo se la jugará Vilches en otra oportunidad vital. Allí estará el mismo que queremos que en Utrera esté, y allí toca estar para poner en práctica lo que sólo se habla y se teoriza. Sería la mejor forma de protesta de quienes han dejado de esperar el triunfo definitivo del torero y ahora se apuntan al carro ventajista de la imposición.
De todo cuanto cabe decir en este asunto queda una cosa: no quiero ni pensar que cabalgada semejante la utilicen como pretexto para seguir ocultando tanta penuria torera. Y de afición. Lo auténticamente válido es llenar la nueva plaza con libérrima libertad el 8 de septiembre. Esté quien esté. Y si está Vilches, mejor.
*Manuel Viera es redactor y responsable de las crónicas de Sevilla Taurina, así como miembro del equipo del programa ‘Toros y Punto’, de Punto Radio Sevilla. (manuelviera.com).
